COSAS QUE NUNCA TE DIJE

De una hoja en blanco salió tu recuerdo y en él me recreo. Eres, de hecho, evocación, casi tan real como tenerte nuevamente, y tan lejano como algo ya perdido.

Supimos escribir un bonito final al cuento, pero es de esos finales desordenados que no basta con leerlo una vez para entenderlo, si no que hay que juntar nuevamente cada una de las páginas y organizarlo de nuevo.

 

Te propongo sentarnos, cada cual con su página, leerlo despacio, muy lentamente y ordenar las ideas. Te sugiero rememorar las partes del cuento aunque algunas no nos gusten, y cambiarlas por nuevas historias, hechos, nuevas escenas. Es la excusa perfecta para volvernos a sentir cerca.

Deberíamos ser capaces de reescribir una historia que no sea para archivar por siempre, si no que sea usada como manual de cabecera.

Si declinas la oferta, seguiré con tu recuerdo, recreándome en la hoja en blanco porque será el cuento nunca escrito, pero será también nuestro cuento.

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